Patricio y Ofelia

PATRICIO Y OFELIA.



Entra al bar un hombre a paso lento, con la mirada fija a los tragos, aparentemente debe tener unos 80 años, quiza mas, se sienta y  suspira, se quita el sombrero y se deja ver los pocos cabellos canosos que le quedan, saca un pañuelo azul marino de su bolsillo, se lo pasa por la frente arrugada y orgullosa de vivir aun en esta  Lima.

Voltea la mirada hacia la puerta de ingreso, mira fijamente el ingreso, y vuelve a suspirar, parece nostálgico. Pide un pisco al  barman, yo lo miro sorprendido, quizá no debería de mirarlo, me podría mandar al diablo por sapo.



Pense que se trataría de un mal de amores, o es un asiduo al bar, probablemente se escapo de rehabilitacion y llego a su segunda casa, o simplemente yo soy un mal pensado.


-te sorprende que un viejo de 88 años pueda tomar su pisco ?-


Me quedo perplejo, sin respuestas.


- no soy un enfermo del trago, no me han hechado de casa, tampoco me han robado hoy, no he perdido dinero, solo vengo a tomar un poco, solo una copita y me voy, solo vengo a celebrar los 65 años de casado que llevo con mi esposa, ella no le gusta el pisco, por eso vengo solo. Voy a terminar mi copa y me ire a casa y bailare con ella en mi sala, le dire que es mi amor hasta la muerte, si ella se va de mi vida, que me lleve a mi también al mas allá....-


Yo sigo sin respuestas, y solo asiento con la cabeza.


Mi silencio era prolongado.


El hombre de 88 años, bebe su pisco lentamente, al notar que mi silencio parace perturbarlo, saca de su bolsillo un papel, me dice que le ha escrito una carta de amor para su esposa, que se lo leerá el por que ella ya perdió la vista.



Ofelia. Amor mio. sabes que te amo y sabes que me dolerían hasta los huesos si algún día te me vas.

Amor de mi vida, no quiero vivir solo nunca, por que la soledad es la peor de todas las guerras y no podría luchar sin ti.

amor mio, toma mi mano y bailemos como el dia en que nos casamos.

amor mio te voy a seguir hasta tu sombra, porque asi es como nos hemos prometido, hasta el final de nuestros dias.


Feliz aniversario Ofelia de mi vida. 


Luego de leerla, el me lo quita de las manos, como si se arrepentiera que yo lo haya leido, termina su trago, tose un poco, se disculpa, y me palmea la espalda...cruza las manos como rezando, mira al techo, parece estar nervioso, como si fuera su primer aniversario...se pone de pie y a paso muy lento se dirije al baño, el barman me dice que se llama Patricio y que solo una vez al año viene al bar, en especial  los 5 de febrero de cada año, que parece ser el dia de su aniversario de bodas.



El anciano sale del baño, mas lento que antes y tosiendo, me mira fijamente y se despide de todos y en cuanto a mi me dice - fue un gusto hablar con un mudo-